La seguridad vial empresarial es mucho más que el cumplimiento de normas técnicas y el mantenimiento adecuado de los vehículos. En el corazón de cualquier sistema de transporte seguro se encuentra el factor humano: ese conjunto complejo de comportamientos, emociones, hábitos y actitudes que puede marcar la diferencia entre una jornada laboral segura o una tragedia en la carretera. En este artículo exploraremos cómo la psicología y el comportamiento influyen directamente en la seguridad vial empresarial, y cómo las organizaciones pueden tomar acción.
1. La empresa y su responsabilidad sobre el comportamiento humano.
En contextos laborales, las empresas tienen un papel fundamental en la gestión del comportamiento de sus conductores. No basta con entregar un manual o realizar una charla ocasional: la seguridad vial debe integrarse dentro de la cultura organizacional, con programas que reconozcan la naturaleza humana y trabajen activamente sobre ella.
Una empresa que prioriza la seguridad vial no sólo está protegiendo a su personal, sino también su reputación, productividad y sostenibilidad a largo plazo. Y esto comienza con un enfoque estratégico que entienda cómo piensan, sienten y actúan sus trabajadores en la vía.
2. Factores que influyen en la accidentalidad.
Estrés y presión laboral
Los conductores sometidos a presión por entregar productos a tiempo o por cumplir metas agresivas, tienden a asumir conductas de riesgo como exceder los límites de velocidad, saltarse pausas o incluso evadir normas de tránsito.
Fatiga
El cansancio reduce el tiempo de reacción, distorsiona la percepción y disminuye la capacidad de concentración. En muchos casos, los trabajadores no reportan su fatiga por temor a sanciones, lo que pone en peligro no sólo su vida, sino la de otros actores viales.
Distracción mental
Problemas personales, discusiones, preocupaciones económicas o familiares pueden causar distracción. Aunque el conductor esté mirando la carretera, su mente puede estar a kilómetros de distancia. Las distracciones cognitivas son igual de peligrosas que las visuales.
Automatización y exceso de confianza
Con el tiempo, muchos trabajadores desarrollan una sensación de “falsa seguridad” al manejar vehículos todos los días. Esto lleva a una conducción automatizada, donde se reduce la atención y se incrementa el riesgo de incidentes por descuido.
3. Comportamientos de riesgo comunes en la conducción laboral.
La seguridad vial empresarial debe identificar comportamientos que, aunque comunes, son altamente peligrosos:
-
- Uso del celular: Revisar mensajes, responder llamadas o manipular aplicaciones mientras se conduce es una de las principales causas de accidentes laborales en carretera.
-
- No usar cinturón de seguridad: A pesar de ser una norma básica, todavía muchos trabajadores lo omiten en trayectos cortos o por “comodidad”.
-
- Conducción agresiva: Cambios bruscos de carril, uso excesivo del pito o conducción a alta velocidad son conductas que reflejan estados emocionales como ira o frustración.
-
- Consumo de sustancias: Incluso pequeñas dosis de alcohol, medicamentos, algunas comida o energizantes pueden alterar los reflejos y la capacidad de decisión.
4. Cómo puede la empresa intervenir eficazmente.
Capacitación basada en emociones y conciencia
Más allá de enseñar normas, es vital conectar emocionalmente con los trabajadores. Mostrar testimonios reales, utilizar simuladores de riesgo o hacer análisis de incidentes vivenciales ayuda a que el mensaje cale más hondo.
Evaluaciones psicotécnicas periódicas
Contar con evaluaciones que permitan identificar niveles de estrés, atención y reacciones ante estímulos es esencial para prevenir conductas inseguras. Estas deben ser vistas como herramientas de cuidado, no como castigo.
Promoción del autocuidado
Fomentar espacios de descanso, pausas activas, buena alimentación y apoyo emocional fortalece la estabilidad del conductor y reduce significativamente su propensión al riesgo.
Liderazgo y cultura organizacional
Los líderes deben predicar con el ejemplo. Un jefe que respeta los tiempos de entrega, valora el reporte de riesgos y no castiga el error, contribuye a un entorno donde el conductor se siente cuidado y respetado.
5. La integración con los sistemas de gestión.
Para lograr un cambio real, las acciones en seguridad vial deben estar integradas dentro de un Sistema de Gestión de Seguridad y Salud en el Trabajo (SG-SST) o de Gestión de Riesgos. Esto permite planear, hacer, verificar y actuar (ciclo PHVA) sobre los factores humanos, con indicadores que midan:
-
- Nivel de estrés en los conductores
-
- Reportes de conductas inseguras
-
- Resultados de las evaluaciones psicológicas
-
- Satisfacción y percepción de seguridad de los trabajadores
6. Tecnología como aliada, no como reemplazo.
La telemetría, los sensores de fatiga, los sistemas de frenado automático y las apps de seguimiento son herramientas valiosas. Pero nunca deben sustituir la educación y concienciación del ser humano al volante. La tecnología ayuda, pero el comportamiento es el que conduce.
Conclusión: el cambio empieza desde adentro
Entender que el comportamiento humano es un factor clave en la seguridad vial empresarial permite ir más allá de lo técnico, hacia lo verdaderamente transformador. No hay cultura de seguridad sin una cultura de humanidad. Solo cuando se valora, cuida y entiende al trabajador como persona, se logra una conducción más consciente, empática y responsable.
¿En tu organización cómo abordan el factor humano en la seguridad vial? ¿Crees que es suficiente lo que se está haciendo hoy? Cuéntanos tu experiencia.